A menudo, comprar una acción es mucho más fácil que vender una. Es posible que conozca a varias personas que invierten en el mercado de valores. Más a menudo que no, ofrecerán consejos sobre qué acciones debe comprar. De manera similar, muchos libros sobre inversiones cubren, con gran detalle, las características de las acciones rentables. Sin embargo, no muchos libros o personas ofrecen consejos cuando se trata de vender una acción. Con toda probabilidad, terminará teniendo que tomar la decisión por su cuenta. Típicamente, los inversores solo venden acciones cuando:
– Han obtenido una ganancia considerable y quieren capitalizarla o, – Han cometido un error y quieren cortar sus pérdidas
Saber cuándo vender una acción es comparable al dilema que enfrentan los atletas y deportistas famosos. Después de ganar su reputación y su riqueza en virtud de sus logros deportivos, muchos deportistas encuentran difícil poner fin a sus carreras. Por un lado, es difícil renunciar a algo que ha sido una forma de vida durante varios años. Además, la atracción de lograr mayores hazañas en el futuro los mantiene interesados en agregar más logros a sus carreras.
Las razones y ocasiones en las que las personas suelen vender sus acciones
Aquí hay una lista de razones que facilitan evaluar si es el momento de vender su acción.
– Cortar sus pérdidas: Los inversores prudentes hacen su tarea antes de comprar acciones. Por lo tanto, analizan el desempeño de la empresa, la relación deuda-capital, etc. antes de invertir en la empresa. A medida que pasa el tiempo, estos parámetros podrían ser útiles para evaluar la empresa. Podrían resaltar el hecho de que la empresa no es tan rentable como lo era en el pasado. En estas circunstancias, corte sus pérdidas y siga adelante. Podría perder algo de dinero en la inversión. Sin embargo, debería poder recuperarlo invirtiendo lo que tiene en una mejor acción.
– Necesita el dinero: Las personas invierten dinero en acciones para obtener ganancias. Esto les ayuda a construir un fondo para cubrir varios gastos. Estos gastos podrían incluir la compra de una casa, pagar la educación universitaria de su hijo, etc. Por lo tanto, cuando llegue el momento de cubrir estos gastos, venda sus acciones.
– Identificar objetivos y medir la capacidad de la empresa para cumplirlos: El conocido inversor Warren Buffett aconsejó a los inversores evitar centrarse únicamente en el precio del activo. Les pidió que evaluaran también la productividad futura de un activo, es decir, crecimiento, ventas, ganancias, etc. Los inversores evalúan una empresa antes de invertir en ella. Esto les permite determinar los objetivos que quieren que la empresa logre en un plazo especificado. Si la empresa cumple esos objetivos, mantenga su inversión y establezca nuevos objetivos. De lo contrario, venda la acción e invierta en otro lugar.
– Prever el rendimiento que anticipa de su inversión: Algunos inversores invierten en acciones basándose en los rendimientos anticipados que ofrece la acción. En muchos casos, el rendimiento podría denotar el precio de la acción. Alternativamente, el rendimiento podría representar el porcentaje del cambio en el precio de la acción. Una vez que la acción alcanza estos umbrales, los inversores evalúan la situación nuevamente. Esto les ayuda a decidir si deben mantener la acción o deshacerse de ella.
– Evaluar la situación cuando cambian los fundamentos: Basándose en ciertos parámetros, los inversores compran algunas acciones en una empresa. Claramente, la situación no permanecerá constante con cada día que pasa. Por lo tanto, estas personas podrían pasar algún tiempo cada día monitoreando sus inversiones. Siempre que observen la ocurrencia de algunos cambios fundamentales en la empresa, evalúan la situación. Por ejemplo, anticipan los impactos de cambios importantes como:
- Fusiones y adquisiciones
- Ventas
- Cambios significativos en la fortaleza financiera de la empresa
- Cambios importantes en las ganancias o ingresos de la empresa
- La llegada de un nuevo competidor en un campo previamente cerrado
Si los cambios indican que la empresa podría enfrentar tiempos difíciles, consideran vender la acción.
– Reequilibrar su Cartera: Los inversores prudentes rara vez ponen todos sus huevos en la misma canasta. En otras palabras, se enfocan en crear una cartera diversa y equilibrada. Esto mantiene sus inversiones seguras. Esto es así incluso si una acción en particular experimenta tiempos turbulentos. Sin embargo, podrían surgir situaciones en las que los altibajos del mercado desequilibren una cartera previamente equilibrada. Por ejemplo, podría haber invertido en 10 empresas. Cada empresa en su cartera podría tener un peso del 10 por ciento. Un mercado alcista podría resultar en que una empresa termine con un peso del 20 por ciento, mientras que las empresas restantes se reduzcan a aproximadamente ocho por ciento. En situaciones como esta, considere vender la acción sobreponderada. Esto es útil para restaurar la paridad en su cartera.
– Evaluar si la Acción Sigue Siendo una Compra Valiosa: A medida que monitorea el rendimiento del mercado de valores, podría encontrar ciertas acciones que valen la pena invertir. Sin embargo, para comprar esas acciones, podría necesitar vender algunas de sus acciones existentes. Al considerar qué acción vender, verifique si compraría la acción que planea vender en ese día específico. Si la respuesta es negativa, reemplace la acción con otra.
Decidir comprar una acción no es una decisión fácil. Sin embargo, determinar si debe vender una acción es aún más difícil. Por ello, los expertos financieros creen que los inversores deben comprar acciones con la intención de mantenerlas durante varios años. Sin embargo, podrían surgir situaciones en las que necesite vender sus acciones. Acertar con el momento adecuado es la clave del éxito en estos casos. En palabras de James K Glassman, “Necesita saber qué hace que un negocio sea excelente para entender cuándo ya no lo es. Entonces sabrá que es el momento de vender acciones.”