Las comisiones existentes en la compra y venta de títulos tienen una influencia directa en el operar de los inversores.  En cada sector de inversión existe un nivel aceptable de gastos.  En acciones, los costos dependen, en general, del precio de la acción y la cantidad de acciones.  En bonos existen en general, dos variedades de comisione; una tarifa por la negociación del corredor de bolsa y otro gasto denominado Markup (el recargo entre el precio mayorista y el precio minorista).

Acciones

La adquisición de acciones involucra un costo de compra.  La comisión depende del precio de la acción y de la cantidad de acciones adquiridas.  Por cada dólar de inversión disminuye la tarifa cobrada en la medida que el monto de la inversión aumenta.  Los operadores de descuento y los corredores online cobran, a veces, comisiones fijas que no dependen del valor de la acción o en la cantidad de acciones que se adquieren (hasta un cierto monto).

A veces, la tasa se calcula únicamente en función del número de acciones ordenadas.  Por ejemplo, la tasa podría ser de tres centavos por acción, con un máximo de 10.000 acciones.  En este caso, el monto del honorario es un porcentaje de la operación y depende del precio de las acciones.  Cuanto más alto sea el precio de las acciones, la comisión de compra (un porcentaje del total de la operación) será más pequeño.

Bonos

La adquisición de bonos involucra, en general, el pago de dos cargos diferentes:

  1.  Se abona este honorario al corredor de bolsa cuando este debe buscar los bonos deseados entre los otros operadores de la bolsa.  Si dichos bonos ya se encuentran en las reservas del corredor, no se cobrará recargo por la transacción.
  2. Markup – Este recargo ya está incluido en el precio solicitado por el corredor de bolsa. Estas comisiones varían según el operador y las diferencias entre uno y otro pueden ser importantes.